El plástico es un elemento muy versátil que está desarrollado a partir de compuestos sintéticos, semisintéticos y orgánicos. Hoy en día, es uno de los materiales más utilizados en la impresión en tres dimensiones. Las piezas de plástico 3D no son otra cosa que la reproducción de objetos de plástico con volumen a partir de un diseño elaborado previamente por ordenador.
Existen muchos tipos de plástico que se usan en la tecnología 3D para industrias de todo tipo; el termoplástico ABS, el ASA, el poliéster glicolizado, el policarbonato, el polipropileno o el PLA, entre otros muchos. Todo depende, evidentemente, de la función o el cometido que tenga la pieza de plástico diseñada. Un ejemplo claro: los paragolpes de los coches suelen mezclar varios de estos plásticos en su fabricación.
¿Para qué se usan las piezas de plástico en 3D?
La tecnología relacionada con las piezas de plástico 3D suele utilizarse en el sector industrial (automoción, construcción, alimentación, hostelería, papelería, etc.) porque ha demostrado ser un material fiable y resistente que ha ido sustituyendo al metal y al aluminio en muchos sectores. El plástico destaca por su versatilidad y por su buena relación calidad-precio.
Con las máquinas de impresión en 3D se pueden fabricar desde piezas de plástico muy pequeñas (tuercas, tornillos, engranajes varios...) hasta juguetes, menaje para la cocina o piezas de automoción, por citar algunos ejemplos.
El plástico, una solución de grandes prestaciones
Hace años resultaba difícil fabricar piezas con una geometría compleja en piezas de plástico 3D, pero el avance tecnológico y el desarrollo de la fabricación aditiva han hecho posible que cualquier diseño, por muy sofisticado que sea, se haga realidad.
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