La inyección de plásticos es un proceso propio de la ingeniería industrial en el que utilizamos un trabajo semicontinuo. En el proceso, inyectamos un polímero en estado fundido dentro de un molde que hemos cerrado previamente a presión y en frío, para que así entre a través de un orificio que se suele denominar compuerta.
Dentro, se solidifica. La pieza resultante se obtiene el abrir el molde y extraerla de la cavidad.
6 ventajas de la inyección de plásticos:
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Los niveles y grados de producción son altos, optimizando al máximo los recursos y los procesos, así como los tiempos de trabajo que empleamos para la fabricación de cada pieza y los mecanismos tecnológicos.
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El sistema permite, gracias a la alta tecnología de las máquinas actuales, realizar piezas complicadas, con formas que antes costaría conseguir y que, ahora, se logran moldear con una exactitud matemática.
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Los costes de producción por pieza son más bajos, sobre todo, cuando externalizamos el proceso de inyección, obteniendo el máximo beneficio del mínimo tiempo empleado y reduciendo la cantidad de energía que gastamos.
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Como se utiliza tecnología de última generación, las piezas resultantes son muy exactas y no suelen requerir apenas acabados.
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El proceso mecanizado nos permite reducir la manipulación de los materiales, ayudando a asegurar a nuestros empleados.
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No se generan rebabas en los materiales de aquellas piezas que contengan alguna inserción metálica, por lo que la moldeamos sin problema.
¿Qué son los moldes de inyección de plástico?
Los moldes de inyección de plástico son superficies lisas y limpias en donde se generan piezas. En el proceso, trabajamos a altas temperaturas.
El resultado es una pieza muy exacta y de calidad.
En conclusión, esta técnica es un mundo por descubrir en las empresas. Sobre todo, si se necesita optimizar los procesos, reducir los gastos y asegurar la calidad.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros para solicitar más información sin compromiso.
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