En el inicio de su historia el plástico supuso una solución para muchas necesidades de la sociedad, un gran avance y un elemento de progreso. Sin embargo esta afirmación ha venido perdiendo prestigio erosionada por los argumentos, no menos ciertos, a favor de limitar su uso y reciclar correctamente los residuos plásticos.
El plástico (polímero moderno) se utiliza desde 1937 para todo tipo de cosas y en el ámbito de la investigación médica o de salud ha significado una garantía de higiene y protección.
El plástico Indispensable para frenar la pandemia
Estas grandes ventajas son más evidentes que nunca ahora, que estamos padeciendo la pandemia del Covid-19. El plástico está muy presente en numerosos equipos de seguridad, dispositivos de diagnóstico y material de prevención e higiene como máscaras y batas. La prioridad es proteger espacios, personas y especialmente a los profesionales de la salud que luchan contra este virus a diario y que encuentran en él un aliado indispensable.
Por todo lo expuesto anteriormente cabe, ahora más que nunca, hacer una reflexión: no es cierto que los diferentes productos fabricados con estos polímeros modernos sean perjudiciales para el medio ambiente y deban dejarse de utilizar. Este material puede llegar a ser decisivo para salvar vidas.
Debemos plantear preservación del medio ambiente y la sostenibilidad de nuestro planeta a partir de una gestión de este residuo que sea ejemplar y de excelencia. Los envases, bolsas, recipientes y especialmente los dispositivos plásticos utilizados para combatir el Covid-19, no son los responsables de la contaminación, sino la mala gestión de este material ya utilizado. El equilibrio entre la correcta utilización que nosotros, como sociedad, realizamos y su posterior tratamiento de reciclaje.
En las últimas décadas, el plástico ha sido un material muy denostado debido a la contaminación provocada por su mal uso. Es cierto que se arrojan millones de toneladas de plástico a los océanos y mares cada año, lo que aumenta la polución y causa la muerte a decenas de miles de animales. Pero todos estos efectos negativos responden a un mal uso de este material.
Un material que salva vidas
Aunque, como se ha indicado anteriormente, el plástico causa la muerte de muchos animales, también ha contribuido a salvar la vida de otros muchos. El calzado fabricado con material sintético reemplazó al cuero procedente de los animales, por lo que el descubrimiento de este componente libró a muchos animales de una muerte segura.
En el ámbito sanitario, el plástico ha sido un aliado muy eficaz a la hora de progresar en los avances médicos. Las bolsas de plasma que se utilizan en los centros hospitalarios o las jeringuillas desechables son algunos de los aspectos beneficiosos que nos ha legado este compuesto. Precisamente hoy más que nunca, debido a las dramáticas circunstancias por las que atraviesa nuestro planeta, el plástico se ha mostrado como un aliado imprescindible. Los respiradores que han salvado la vida de miles de pacientes, fueron hechos en muchos casos con impresoras 3D. Las pantallas protectoras o las indispensables mascarillas son algunos ejemplos del papel protagonista que juega este material.
En los próximos meses, o incluso años, vamos a asistir a la proliferación de otros elementos de plástico. Ya se están produciendo miles de mamparas que se utilizarán en restaurantes, farmacias y, posiblemente, acabarán por extenderse a otros terrenos. En su mayoría, van a estar fabricadas con este compuesto y ayudarán a evitar contagios. Nuestra sociedad debe concienciarse en hacer un uso sostenible de este material, no lanzar campañas de demonización sistemáticamente, puesto que también salva vidas.
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