El moldeo por inyección es la técnica que se utiliza para fabricar todo tipo de piezas de plástico. Se trata de una de las tecnologías más conocidas, debido a que es uno de los procesos relativamente más simples que se pueden emplear para obtener productos con características geométricas realmente complejas.
Consiste en inyectar un polímero fundido en un molde a través de un pequeño orificio que se conoce como compuerta. Dicho molde ha de estar cerrado a presión y frío, para que el material inyectado se solidifique formándose, así, la pieza deseada. Una de las grandes ventajas del moldeo por inyección es que estas piezas obtenidas requieren muy poco trabajo de acabado.
¿En qué consiste el proceso?
El proceso resulta sencillo y para llevarlo a cabo la maquinaria que se utiliza es una unidad de inyección, una unidad de cierre y un molde. Los pasos fundamentales en que se divide son:
1. En primer lugar se introduce el material fundido en la unidad de inyección.
2. Posteriormente, se inyecta el polímero haciéndolo pasar a la cavidad del molde.
3. Hay que mantener una presión constante para que la pieza adopte las dimensiones adecuadas, ya que al enfriarse tiende a contraerse.
4. Se elimina la presión y se cierra la válvula.
5. La pieza termina de enfriarse en el molde, este se abre y las barras expulsan la pieza moldeada dentro de la cavidad.
6. El molde vuelve a cerrarse y el ciclo puede reiniciarse.
Ventajas del moldeo por inyección
El moldeo por inyección aporta muchas otras ventajas. Entre ellas, que se trata de un proceso productivo rápido, el coste de la mano de obra necesaria es bajo, permite una gran flexibilidad en los diseños, es posible usar varios materiales al mismo tiempo, se pueden fabricar piezas de cualquier tamaño y se pueden incluir insertos.
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