Los años 2020 y 2021 han sido complicados para la fabricación a nivel internacional, sobre todo en el sector del plástico. A esto se suma que, ya de por sí, esta industria está sujeta a una gran volatilidad y depende de la existencia de una gran variedad de materias primas. Con ellas, se puede mantener un equilibrio entre la oferta y demanda.
Se pensó que las consecuencias del COVID, entre otras, ocasionaron los daños en la industria y la falta de producción. Sin embargo, no era para nada predecible que en 2021 los niveles de escasez de materias primas fueran tan altos y se prolongaran tanto en el tiempo. A estas consecuencias hay que añadirles las derivadas de los fenómenos meteorológicos graves, que cada vez ocurren con más frecuencia.
Las nuevas amenazas para la industria del plástico
Aunque en los últimos meses esta industria ha experimentado cambios positivos, como una gran existencia de materiales y unos precios recuperados, lo cierto es que en la actualidad está gravemente amenazada por diversos factores.
La permanencia de importantes sectores dentro de la industria está en juego debido a los recargos energéticos. También han perjudicado los intentos de numerosos proveedores de materiales (como el polímero) de subir los precios de manera unilateral. Hacen esto al margen de lo establecido colectivamente sobre los costes reales y sus márgenes.
La consecuencia de los sobrecostes para la industria transformadora
Los proveedores de polímeros deben estar advertidos acerca de los graves daños que puede ocasionar para los clientes la propuesta de estos costes adicionales. Estos costes pueden influir en la industria transformadora, tanto que, a medio plazo, irán en detrimento de los mismos proveedores.
En Gotiplast, como expertos en la fabricación de diferentes piezas de plástico, continuamos contando con diferentes proveedores. Hemos puesto bastante esfuerzo, pero aseguramos la fabricación de nuestros plásticos sin temor alguno a que los procesos queden paralizados. ¡Confía en nosotros!
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